I
No confundas
mis imprevistos vómitos de locura
cuando intento pintar margaritas nuevas
sobre el cielo azul
y
trastabillo
sobre las tantas veredas que transito sin sigilo.
II
No pidas que honre y planifique cada una de mis lágrimas.
III
No confundas milagros atenuados con simples hechos cotidianos.
IV
No pidas que deje de robar
besos furtivos
al sol de cualquier mediodía.
V
No pidas que huela tu nuca comenzando por mucho menos que tu piel.
VI
No me pidas que sea lo no deseo ser
no confunda lo que soy
con lo que crees ver.
1991© Patricia Ce
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